—El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos,
ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo.
Al tiempo que herimos al contrincante, nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más
grande es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. Puede llegar a
ser fatal. Pero no es fácil librarse de él. Usted también debe tener cuidado,
señor Okada. El odio es muy peligroso. Y, una vez arraigado en nuestro corazón,
extirparlo es una tarea titánica.
«Crónica del pájaro que da cuerda al mundo»
Haruki Murakami
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